Un 2010 para la expansión.
Este 2009 me resultó bastante especial, me pasaron infinidad de cosas buenas, geniales, de esas que te hacen vibrar de felicidad. Y otras que me pusieron cara a cara con el dolor y el desconsuelo. He de confesar que prefiero aquellos años un tanto más regulares, sin tantos sobresaltos. Pero bueno, entre nosotros (los que nos movemos en estos ambientes con serias pretensiones espirituales) podemos decir: “fue un año de profundos aprendizajes”.
Y más allá de los aprendizajes por los que me condujeron el devenir de los acontecimientos, fue un año en el cual tuve la posibilidad de capacitarme muchísimo, en esto de Reiki que realmente me apasiona. Incorporé dos Maestrías, y fue muy importante la evolución que propició el haber compartido algunas enseñanzas en la Fundación el Arte de Vivir, entre otras cosas
Además, tuve la invalorable posibilidad de compartir aquello que se me iba grabando en el alma, y con ello conocer mucha gente, acompañar a muchos cuando el momento lo requería, y sentirme acompañado y apreciado cuando más lo precisaba, lo cual no es poco.
Y así llegué a este final de año, con la necesidad impostergable de de ordenar conocimientos experiencias y sentimientos.
Y en eso he estado desde hace un tiempo, pero hace unos días tuve mi primer chispazo de iluminación (Satori que le dicen), y allí nacieron estas ideas de que 2010 sea un año para la expansión, a partir de un trabajo sostenido y estructurado en lo que llamamos SATORI GIVER 2010.
¿Cuál es el propósito de este proyecto? Formar muchos Satori Givers, es decir, mucha gente con la capacidad de movilizar energía de sanación, para llevar plenitud allí donde haga falta. Y lo más importante: con capacidad de actuar en la emergencia, en sintonía con los ritmos y las necesidades que el momento impone.
Mucho se habla del 2012, de finales catastróficos, de principios esperanzadores, etc. etc. Pero hay una coincidencia total en que sólo arribaremos a donde queremos llegar si hacemos una opción conciente por sintonizar con las energías del amor.
Por ello cuando hablamos de expansión, hacemos referencia a trabajar para que el Alma madure, elevemos nuestra frecuencia vibratoria y propiciemos el despertar de consciencia a niveles superiores. Todo esto para relacionarnos desde el amor, la compasión y la luz. Es decir, desde aquello que nos permite manifestar nuestra esencia divina.
Trabajaremos entonces para dar contenido y forma a este anhelo, para que se convierta en un deseo vibrante de vida y energía. Y al final de este 2010 podamos ser muchos los que estemos ayudando a otros a alcanzar su Plenitud; seamos muchos los Satori Givers que marchemos por allí iluminando un poquito la vida.
Que este 2010 podamos ser testimonio vivo de ese torrente de bendiciones que comenzó a derramarse sobre la tierra el 21 de Diciembre, para que en todo momento podamos ser felices, saludables y libres de todo sufrimiento.
Y como nunca está de más hacer un poco de limpieza de las cosas que nos aprietan el alma, le comparto esto de Ruben Cedeño, que está muy bueno.
El Perdón de Fin de Año - Por Rubén Cedeño
1º.- Yo, consciente de mis actos, y asumiendo el control de todo lo que "YO SOY", borro de mi subconsciente y del registro etérico, todo récord y memoria de cada suceso discordante que haya vivido este año.
2º.- Perdono de todo corazón y olvido para siempre, todo disgusto, agravio, deuda, desamor, irritabilidad, agresión, traición, maledicencia y odio que me haya causado cualquier ser humano, situación o cosa.
3º.- A todos aquellos que se hayan ido de mi lado para otro grupo, trabajo, partido o círculo de amistades, lo suelto y lo dejo ir sin reclamarle nada, dándole la plenitud de mi amor para bendecirlo y prosperarlo donde quiera que se haya ido y donde esté.
4º.- Renuncio con toda la entereza que mi ser tiene a todo apego de objetos, situaciones, posesiones y, sobre todo, personas. Declaro que nada ni nadie me ata a nada, y YO SOY libre, pero completamente y absolutamente libre, para entregarme, ampararme y refugiarme en Dios y sólo Dios, para siempre.
5º.- Borro, borro y borro todo aquello que me haya sucedido en este año que no sea un escalón dentro de mi proceso de ascensión, y hago desaparecer de mi vida todo obstáculo que me impida volar hacia la libertad, que es el estado natural de mi ser.
6º.- Cubro cada segundo, minuto, hora, día, semana y mes de este año que concluye con la brillante y resplandeciente sustancia de la Llama Violeta para borrar toda energía mal calificada, y ahora lo envuelvo todo con la incandescente brillantez del fuego Blanco de la Ascensión.
7º.- Libre de personalidad, ego, pasado, memoria y mal karma, entrego mi Corriente de Vida al Servicio Único de la Luz, para que de ahora en adelante sólo oiga la Luz, sienta la Luz, vea la Luz, saboree la Luz, huela la Luz y piense la Luz, hasta alcanzar la eternidad.
